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ROSARIO
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miércoles, 29 de junio de 2011

Museo de la Memoria Rosario

Ángel Seggiaro


Publicado el Lunes, 27 de Junio de 2011

Con profundo dolor, el Museo de la Memoria se suma al pesar de muchos ciudadanos por el fallecimiento de Ángel Seggiaro, presidente honorario de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Rosario, padre de un desaparecido (Osvaldo Seggiaro) y defensor incansable de los Derechos Humanos.
Seggiaro falleció el sábado 25, en Salta, donde estaba radicado desde hace unos años.
Su larga y denodada lucha por la verdad, la memoria y la justicia fue reconocida por los rosarinos, cuando el Concejo Municipal de la ciudad lo declaró Ciudadano Distinguido.
En ocasión de ese acto, sus compañeros de la APDH manifestaron: “Don Ángel Seggiaro, desde siempre se interesó por las cuestiones políticas y sociales, sensibilidad que lo llevó a participar en distintas actividades, como el engrandecimiento de la cooperativa eléctrica de Carmen, localidad en la que vivió muchos años. Seggiaro tuvo la satisfacción de contar con la presencia de autoridades del pueblo que vinieron especialmente para el acto. Su hijo Osvaldo fue secuestrado en 1976, y aún se encuentra desaparecido. La lucha por encontrarlo y por castigar a los responsables le dio a Seggiaro una nueva dimensión a su militancia y a su vida. Junto a otros padres, y a otros compañeros que compartían su causa, tomando el ejemplo de las Madres de Plaza de Mayo, fundó en el año 1979 la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos en Rosario”.
Con su muerte la ciudad ha perdido un referente y un ejemplo de compromiso y coherencia en la defensa de los Derechos Humanos.
rosario
Angel Seggiaro

Con nuestro más profundo dolor por la pérdida de alguien amado, respetado y recordado cada día, pese a estar radicado lejos en la distancia (Salta) pero cerca en el cariño y el reconocimiento, lamentamos el fallecimiento del compañero Angel Seggiaro, presidente honorario de APDH Rosario, padre de un desaparecido (Osvaldo Seggiaro) y un luchador inclaudicable a lo largo de toda una vida, ejemplo que intentamos cada día imitar.

Nos faltó su palabra cotidiana al irse a vivir lejos, pero nos quedaban las llamadas frecuentes, viajar para ir a verlo, sus escritos y las noticias constantes de sus ganas de volver a su amada Rosario.

Para quienes no lo conocieron, su hijo Osvaldo fue secuestrado en 1976, y aún se encuentra desaparecido. La lucha por encontrarlo y por castigar a los responsables le dio a Seggiaro una nueva dimensión a su militancia y a su vida. Junto a otros padres, y a otros compañeros que compartían su causa, tomando el ejemplo de las Madres de Plaza de Mayo, fundó en el año 1979 la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos en Rosario.

Cuando lo nombraron Ciudadano distinguido de la ciudad, en mayo de 2006, Angel le dijo a Rosario/12 que el acto "fue muy lindo y muy amplio. Me vinieron muchos recuerdos, la lucha por la paz en 1950 y después la tragedia del proceso. Empezamos a luchar y a preguntar en el Comando. En esos tiempos éramos muy pocos pero pudimos unirnos. Y esto es muy importante, porque la unidad es un elemento que abre y cierra puertas. Con la unidad luchamos contra los que tenían las armas, y la unidad es lo que algún día hará que nuestra querida patria salga adelante".

Para los que lo conocimos, aunque sabemos que la vida física tiene su fin, el dolor y la tristeza son infinitos, y nos queda aquello que nos dejan los imprescindibles: el compromiso irrenunciable de la lucha por Memoria y Justicia.

Marta Maders, Norma Ríos, María del Carmen Martínez, Eliana Masegosa, Sigrid Dalostto, Matilde Gatti, Florencia Delnegro, Adrián Galarza, Carlos Solero, Lorena Lescano, Nelson Yapura, Flor Sandoval, Mauricio Ré.
NOTA PUBLICADA EN PAGINA 12.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/16-29287-2011-06-27.html

domingo, 26 de junio de 2011

informamos a Uds. el fallecimiento del compañero Angel Seggiaro

Estimados/as todos/as,

con nuestro más profundo dolor por la pérdida de alguien amado, respetado y
recordado cada día, pese a estar radicado lejos en la distancia (Salta) pero 
cerca en el cariño y el reconocimiento, 
informamos a Uds. el fallecimiento del compañero Angel Seggiaro,
 Presidente Honorario de APDH Rosario , padre de 
un desaparecido (Osvaldo Seggiaro) y un luchador inclaudicable a lo
largo de toda una vida
, ejemplo que intentamos cada día imitar.

Nos faltó su palabra  cotidiana al irse a vivir lejos, pero nos quedaban
las llamadas frecuentes, viajar para ir a verlo, sus escritos y las noticias constantes
de sus ganas de volver a su amada Rosario.
Para quienes no lo conocieron, va esta nota de cuando fue nombrado Ciudadano Distiguido
de la Ciudad, para los que lo conocimos, aunque sabemos que la vida física tiene su fin, 
el dolor y la tristeza son infinitos, y nos queda aquello que nos dejan los imprescindibles:
el compromiso irrenunciable de la lucha por Memoria y Justicia.

p/APDH Rosario: Marta Maders-Norma Ríos-María del Carmen Martínez-Eliana Masegosa-
Sigrid Dalostto- Matilde Gatti-Florencia Delnegro-Adrián Galarza-Carlos Solero- Lorena
Lescano-Nelson Yapura-Flor Sandoval-Mauricio Ré

miércoles, 22 de junio de 2011

Articulo:Trece Pibes menos‏

Por Silvana Melo   
Lunes, 13 de Junio de 2011 09:49
(APe).- Cuna de angelitos sigue siendo Salta. Los niños se esfuman como burbujas de jabón y con ellos se va ajando la piel de la utopía. Se mueren de hambre. Son muertos, asesinados, exterminados como la semilla de la rebeldía. Cada niño que nace es la esperanza de volver al mundo patas arriba. De devolver la riqueza a las manos de los saqueados. De encenderle luz a un país que le desactiva el farol a cada ochava del futuro. Trece niños de poco menos o poco más que un año se han muerto desde enero a junio en Salta.
Brisa Castillo tenía apenas ocho meses. Respiraba fatigosamente en la misión wichi Salí, cerca de Embarcación. Frágil como un cristalito murió el 20 de mayo en el Hospital de Orán. Presentaba un “cuadro de desnutrición agravado por una infección respiratoria”. Ocho meses logró sobrevivir en la humedad de la tierra olvidada, puesta a brillar como una lentejuela en el barro. Ocho meses atrás nacía y en ella se alzaba en llamas una esperanza. Es que cada niño que nace trae bajo la lengua la semilla de la rebeldía. Bajo el brazo el pan multiplicador. En los ojos la chispa de todas las revoluciones que no fueron. Por eso los acallan y los malalimentan. Y tantos se mueren antes de tener fuerzas para soplar una vela en el oscuro, sobre la torta del porvenir.
Depende de dónde se nace para intuir cuándo se muere. Un bebé que nace en Formosa, en Embarcación, en Tartagal, tiene tres veces más probabilidades de no llegar a cumplir un año que un niño que nace en Belgrano o en Caballito. Más de veinte certificados de defunción diarios en todo el país determinan con un eufemismo cómplice que los niños mueren de paros cardiorrespiratorios. Detrás de la causa obvia, generalizada, está el hambre. Las enfermedades parientas, evitables, desencadenadas, convocan a la muerte cebada y lujuriosa,  en los hospitales colapsados por falta de médicos, enfermeras, insumos y presupuesto.
Alit Morena Pacheco tenía la piel mate y se le achinaban los ojos cuando amenazaba con llorar. Un año y cinco meses de vida guaraní en Villa Rallé, en Pichanal. Hasta que el 8 de junio no pudo más. Las fuerzas no le alcanzaron nunca para caminar. Ni para hablar. Sus huesitos se quebraban con un soplo. No supo lo que era el agua buena, el calcio, las proteínas, los nutrientes, la leche tibia de las mañanas. Cuadro de desnutrición extrema, según el riguroso certificado de defunción del Hospital de Orán. Murió, dice el Tribuno de Salta que explican en el Hospital, por “shock séptico, a causa de neumonía bifocal derecho, anemia, y por un cuadro de desnutrición extremo que en términos médicos se conoce como kwashiorkor”. Una palabra impronunciable, tan compleja, para hablar de hambre. El kwashiorkor es un asesino de niños. Una enfermedad del abandono, un dolor de la intemperie, un crimen del desprecio. “Es provocada por la ausencia de nutrientes, como las proteínas en la dieta. Los signos de Kwashiorkor incluyen abombamiento abdominal, coloración rojiza del cabello y despigmentación de la piel”.
La Argentina tiene apenas el 0.65% de la población mundial. Produce el 1.61% de la carne y el 1.51% de los cereales que se consumen en el planeta. Pero nueve millones de chicos tienen hambre. Casi tres mil se mueren anualmente por desnutrición. Y otros tantos por hambres escondidas en fiesta de disfraz.
Mayra Ramos apretó el botoncito a la una y media de la mañana del 7 de junio. Lo tenía en la palma de la mano y sólo tuvo que cerrar el puño, con su último aliento. En segundos, no más, las alas se abrieron a la altura de los omóplatos. Y Mayra se diluyó en un vuelo azul, hacia un cielo donde la felicidad corre en arroyitos de leche y miel. Vivía a diez cuadras del Hospital de Orán. En una casita de aire y chapas, con veintidós personas más. Pesaba seis kilos cuando llegó al Hospital. La mitad de lo que pesa un bebé de once meses que no esté condenado desde el origen. Que no haya llegado al mundo como resaca de la vida. Como sobra que fastidia. Mayra iba a cumplir un año el 17 de junio. No tendría más cumpleaños que una mamadera de agua verde y un pancito imposible. En febrero su madre la había llevado al Hospital. Pesaba cuatro kilos y la dieron de alta. Nadie la vio, sin embargo. Pudo ser ella la esperanza del mundo, cuando nació como una llamita de fósforo tenue en medio de la más rotunda oscuridad. Pero no fue. No pudo. La vulneró la atroz paradoja de nacer en una tierra con leche en sus venas y banquetes que brotan de su dermis. Nacer en el país del alimento. Y morir de hambre.
Mayra, como uno de los niños desnutridos de cada tres que se cuentan en Salta, debió ser controlada por el sistema de Atención Primaria de la Salud (APS) cada 15 días. Pero nadie la vio. Es que la casilla de aire y chapa amontonaba a veintitrés. Y ella era tan pequeña. Tan pequeña.

*****

Se mueren y con ellos se muere la esperanza de cambiarlo todo. La subversión de lo establecido. El sueño de dar vuelta el orden como una media. Y que se encuentren arriba, de pronto, todos los condenados de la tierra.
“Allí están los niños que no figuraban en la preocupación de nadie porque no podían votar, ni podían prestar sus nombres inocentes para las sucesivas farsas electorales con que se pretendía demorar el despertar de nuestro pueblo. Allí agonizaban subalimentados, enfermos, los hijos de los mismos que creaban la riqueza y que no tenían ante ello otro futuro que el hospital, la miseria y la desesperación, o el delito.” Eva. Sesenta años atrás.

domingo, 12 de junio de 2011

REPUDIAMOS A COSIDOY, EXIGIMOS QUE NO INTEGRE TRIBUNALES PARA JUZGAR A REPRESORES

Querellantes de las causas contra el terrorismo de estado, ex presos políticos de la dictadura, familiares de desaparecidos, integrantes de organismos de derechos humanos, numerosas organizaciones sociales, gremiales y estudiantiles que participamos del Espacio Juicio y Castigo Rosario‒; queremos repudiar enérgicamente las agresiones contra los sobrevivientes del Servicio de Informaciones y testigos del juicio Díaz Bessone, que realizó la jueza federal Laura Inés Cosidoy en ocasión de su declaración testimonial en ese proceso en el que se juzga el accionar de la patota de Feced. Queremos exigir además, que Cosidoy no integre ningún tribunal para juzgar genocidas, ya que por sus vínculos con los represores no puede ponerse en el lugar de imparcialidad que tamaña tarea le requiere.
Parece que a muchos todavía hay que aclararles que en estos proceso judiciales se está juzgando a los responsables del terrorismo de estado y no a sus víctimas. Y denunciamos que sin tener que ver con el motivo por el cual había sido citada a dar su testimonio el pasado martes 10 de mayo, la doctora Cosidoy hizo una especie de autodesagravio atacando a los testigos que habían señalado en sus testimonios el destrato que la magistrada tuvo con ellos cuando esta era defensora oficial, y la invitación a colaborar con la dictadura que la misma les hacía en épocas del Terrorismo de Estado. Recordemos además que Cosidoy confesó a los medios haber construido por aquel entonces una relación de amistad con el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri.
 No podemos dejar pasar este ataque realizado por la jueza federal contra las víctimas, quienes fueron secuestrados ilegalmente durante la dictadura, llevados a centros clandestinos de detención donde fueron salvajemente torturados (entre ellos varias embarazadas), y donde vieron desaparecer y asesinar a centenares de sus compañeros.
 Queremos por un lado poner de manifiesto la operación que montó la jueza de la mano de los represores acusados en el juicio, quienes la propusieron como testigo, para menoscabar la palabra de los sobrevivientes; y por otro denunciar el acto intimidatorio y de amedrentamiento pergeñado por la magistrada, quien preparó el terreno deliberadamente. Primero haciendo circular a través de un comunicado de prensa que declararía en el juicio (para así concitar más la atención de los medios); luego reservando lugares en la sala de audiencias y llevándose con sigo a policías y ex policías para que le hagan de barra, varios de ellos sospechados de participar en actos de narcotráfico. Por último llamando “mentirosos” a los testigos del horror vivido en el Servicio de Informaciones.
 A lo largo de este juicio Cosidoy fue recordada por decenas de testigos como una abogada oficial que maltrataba a sus familiares, que no tomaba en serio las tremendas denuncias que estos le realizaban, y que incluso les decía a los entonces presos políticos que debían colaborar con las autoridades de la dictadura y confesar lo que estas consideraban crímenes.
 Queremos remarcar la perversidad de los dichos de Cosidoy, que conocedora de la (imposible de empeorar) situación en la que se encontraban los detenidos políticos de la dictadura, pretendió utilizar como prueba para “refutar los dichos de los ex presos” y de su “buen desempeño” como abogada de oficio en aquel entonces, presuntas cartas en las que estos, mientras estaba aún privados de la libertad, le habrían reconocido ese supuesto buen desempeño como defensora.
 En ese marco, junto a los integrantes de la Mesa de la Memoria por la Justicia de San Nicolás, acompañamos la recusación presentada contra a la Jueza Laura Cosidoy como integrante del TOF Nº1 que interviene en el Caso “Saint Amant, Manuel F. y otros s/Priv. Ilegal de la libertad, torturas y desaparición forzada” Expte. Nº 149/10.
 Los familiares y querellantes de esta causa que investiga la detención ilegal y desaparición forzada de un grupo de ex - estudiantes secundarios del Colegio Don Bosco de San Nicolás, no sólo reclaman que Cosidoy no sea la jueza que intervenga es ese proceso, sino que la causa sea acumulada a los otros casos provenientes de San Nicolás que serán juzgados a partir de fines de agosto por el TOF Nº 2 de Rosario.
 Frente a su cuestionada trayectoria, las intimidaciones y ataques realizado contra los sobrevivientes de la dictadura y su declarada amistad con el dictador Galtieri, exigimos que Cosidoy no lleve adelante ningún juicio contra responsables del terrorismo de estado.


Envía por correo la adhesión de tu organizacion: florenciaapdh@live.com.ar


PROXIMA REUNION DEL ESPACIO:


 LUNES 13/6 18 HS TUCUMAN 1349-ROSARIO

martes, 7 de junio de 2011

DIA DEL PERIODISTA

CADA TESTIMONIO REGISTRADO, CADA FOTOGRAFIA Y ARTICULO DE UN PERIODISTA COMPROMETIDO AYUDA A CONSTRUIR LA HISTORIA, NO LA OFICIAL SINO LA DEL PUEBLO.
A TODOS LOS COMPAÑEROS PERIODISTAS... UN GRAN ABRAZO DE A.P.D.H ROSARIO, Y UN RECONOCIMIENTO A SU IMPORTANTE TAREA.